1.
Justificación
La actual pandemia provocada por
el coronavirus denominado COVID-19, ha puesto en jaque a toda la sanidad
mundial, dado que en un tiempo récord se ha visto sobrecargada y superada en
cuanto a su capacidad de respuesta.
A pesar de tener el conocimiento de
anteriores pandemias históricas, y de saber que en cualquier momento esto
podría volver a ocurrir, los gobiernos, nunca pensaron en poner la tecnología
al servicio, o más bien, en defensa de la humanidad frente a la expansión de
las nuevas que pudieran amenazarnos.
A raíz de la gran cantidad de
pérdidas, sobre todo humanas, pero también económicas que está causando la que
en estos momentos nos azota, muchas empresas de tecnología, se han puesto manos
a obra para crear una App que pueda servir de ayuda en la prevención,
localización y seguimiento de los afectados y sus contactos. Otras tan solo dan
consejos sobre los medios de protección más eficaces, estadísticas o
distribución de los grandes grupos de contagio.
La verdad es que, al menos en
España, no se ha puesto en marcha ninguna que sea realmente buena para realizar
una gestión eficaz de la misma.
Esto es lo que me ha llevado a
diseñar la que ahora les presento, con la dificultad por mi parte para
programarla y distribuirla, ya que aunque he realizado mis pinitos en
programación Android, no me siento capaz de realizar esta. Además habría que
hacerla en los diferentes lenguajes que en la actualidad dominan el universo de
los móviles para que realmente fuera fiable. Como más tarde veremos, la
eficacia de la misma se basa en el uso masivo de la misma. Lo ideal sería que
cada persona llevara consigo un móvil con la App instalada y activada.
2.
Funcionalidad
El funcionamiento de la
aplicación sería tan sencilla para el usuario como la mayoría de las App que
pululan por el mercado.
Daríamos por sentado que un
número de teléfono va unívocamente relacionado con una persona. No sería de
aplicación, pues, a los teléfonos de empresa que puedan usar varias personas al
mismo tiempo.
Se descargaría en el celular y se
instalaría. Tras los permisos oportunos de acceso a activar el Bluetooth, la
ubicación y el teléfono, nos pediría el número del documento de identidad
correspondiente, que podría ser un NIF, para españoles o un NIE para
extranjeros, que guardaría en un fichero oculto en el teléfono.
Con la aplicación
activada, de entrada mostraría un círculo verde en la pantalla, se activaría el
Bluetooth y ya estaría operativa.
Lo primero que haría, y seguiría
haciéndolo de forma regular, sería actualizarse con el fichero de pandemias a
vigilar, ya que podrían vigilarse tantas como se necesitara.
El fichero, que podría ser del
tipo xlm, contendría:
·
Nombre de la pandemia.
·
Siglas, para mostrarlas dentro del círculo
correspondiente.
·
Fecha de activación.
·
Distancia de seguridad.
En cuanto este dispositivo
entrara en contacto con otro por medio del Bluetooth, intercambiarían el
fichero oculto que contendría:
·
Número de teléfono.
·
Número de identificación fiscal.
Ambos activarían el GPS y
establecerían la distancia que les separa, permaneciendo a la espera hasta que
la distancia fuera inferior a la establecida para las pandemias.
Si no se produjera el encuentro
de ambos dentro de la distancia de peligro, en cuanto los Bluetooth dejaran de
detectarse, se eliminarían los ficheros intercambiados.
Pero si se entrara en el círculo
de peligro para alguna de las pandemias, ambos emitirían a una base de datos
ubicada en el centro de datos encargado de la gestión, una notificación con los
datos de ambos:
·
COD: Formado por xxxxxxxxxyyyyyyyyy donde
xxxxxxxxx sería el menor de los dos números de teléfono e yyyyyyyyy sería el
mayor de los dos números de teléfono.
·
NI1:
Número de identificación del menor teléfono.
·
NI2:
Número de identificación del mayor teléfono.
·
FEC: Fecha en formato aammdd
·
HOR: Hora en formato hh:mm:ss
Con uno de los dos envíos que
llegara sería suficiente, pero si llegaran los dos, solo se guardaría el último
en llegar, que se sobrescribiría al anterior.
A su recepción en la Central de
Datos, se indexarían en un fichero cuyo índice principal sería el COD, único,
de modo que el último recibido se guardaría en lugar de alguno anterior que
pudiera existir con los mismos teléfonos implicados, aunque fuera de algún día
anterior.
Debería existir otro índice
inverso que guardara el mismo código pero con los teléfonos en formato
yyyyyyyyyxxxxxxxxx, para facilitar las búsquedas, como después veremos.
Cuando los médicos determinaran
que una persona ha sido contagiada y está afectada por una de las enfermedades
a vigilar, introduciría en otra base de datos, el diagnostico, con el Número de
identificación del paciente, la fecha del diagnóstico y la fecha probable del
contagio.
Cada nueva entrada en la
tabla de contagiados, generaría una búsqueda de su teléfono al que se le
remitiría automáticamente su nueva situación, y pasaría a mostrar el círculo de
su pantalla en rojo, al mismo tiempo comenzaría la búsqueda de todos los
teléfonos que desde los días atrás, establecidos como días de incubación en la
pandemia correspondiente, hayan tenido contacto con él.
Las búsquedas las realizaríamos
directamente en el fichero principal, cuando el número afectado sea el menor de
los dos, e indirectamente en el fichero índice adicional cuando el número
afectado sea mayor.
A estos se les remitiría un
círculo en amarillo. Vemos que la correlación de colores se corresponde con los
de los semáforos que ya nos son familiares.
Al establecer como amarillo a
todos los contactos directos, se replicaría la búsqueda para estos y se
establecerían nuevos amarillos indirectamente, es decir, por haber estado en
contacto con posibles infectados. Y estos generarían nuevas búsquedas, hasta
que ya no aparecieran nuevos números indirectamente relacionados con algún
contacto posiblemente contagiado.
Cada nuevo contacto con un
amarillo, generaría el cambio de color para el contacto automáticamente,
incluso el contacto de un amarillo con otro rojo o amarillo, generaría una
actualización de la fecha de entrada en el color, ajustándola a la del nuevo
contacto.
Evidentemente cuantos más días de
latencia tenga la enfermedad, más posibles contagios directos y muchísimos más
indirectos habría.
Los diferentes colores, con las siglas
de la enfermedad deberían llevar aparejado un enlace a una web, a la que
llegaríamos pulsando el círculo, y que nos mostraría las instrucciones a seguir
de modo obligatorio o las recomendaciones para cada caso.
Pasados los días de latencia de
la enfermedad, sin que los amarillos hayan mostrado síntomas, ni hayan sido
diagnosticados como asintomáticos, volverían a pasar a la situación normal con
el botón en verde.
Los rojos, solo pasarían a verde
en el momento en que las autoridades sanitarias establecieran que ya no padecen
la enfermedad.